El plan estratégico lleva en marcha desde hace mucho tiempo atrás, con el evidente deseo de
minar la moral de los empleados de Tussam, de no respetar ni los pírricos acuerdos que se
alcanzan con el comité de empresa, no es otro mas que conseguir materializar el fantasma de
la privatización con la ayuda de los sindico-políticos del psoe que reptan por las dependencias
de nuestra empresa, realizando con afán la labor de desviar la atención sobre como sus jefes
políticos pretenden hundir una empresa saneada y culpar a los de siempre.
Parte del plan estratégico consiste en perseguir y sancionar a empleados, -hechos denunciados
por CSIF ante el juzgado-, mientras otros son protegidos, dependiendo de su ficha de afiliación
sindical, como sucede y padece desde hace meses, entre otros, uno de nuestros afiliados. El
cual mediante nuestro delegado de Prevención. Solicito ayuda a la empresa, frente a un acoso
horizontal de otro empleado. Lo que por parte de la empresa quedo omitido el respaldo de
seguridad de este afiliado según Art. 14 y 16 de ley de prevención de riesgos laborales.
De forma reincidente, el que hacía llamadas con número oculto a un compañero, se ha
dedicado presuntamente, a perseguir y acosar a nuestro compañero, todo empezó un día que
yendo de camino a su casa, en un bus de la flota, nuestro afiliado pulsó el botón para bajar,
haciendo caso omiso el de las llamadas ocultas, quien a voces, le dijo que se iba a bajar donde
él quisiera porque se la tenía guardada -algo normal, al parecer para este personaje,
reincidente- afectando esta decisión a otros usuarios.
Al trasladar nuestro afiliado su queja a la empresa, la respuesta que se encontró fue una
apertura de expediente en su contra, de no ser por la intervención de forma presencial de una
usuaria, declarando a su favor le habría costado una sanción. ¿Se sancionó al que las guarda en
termos calientes?, no. ¿Ilógico? ¿surrealista?, no en Tussam, pues el de las llamadas en oculto
es afiliado de un sindico-político.
Pasado algún tiempo vuelve a las andadas, en esta ocasión, el conductor es nuestro afiliado y
el personaje usuario de uniforme, en el estado de alarma sufrida por la epidemia, este sujeto
se le pega a la mampara sin mascarilla y entorpeciendo el paso a otros usuarios, a lo que
nuestro afiliado le avisa del protocolo, su respuesta es empezar a reírse mientras le mira y en
tono desafiante le cantaba "la vida es una tómbola", hechos que se reflejaron en un parte de
un supervisor siendo testigo un delegado de CSIF. De todo esto tiene constancia la empresa,
¿qué hizo? mirar hacia otro lado, dejándonos la única salida por la vía judicial y a nuestro
afiliado de baja por problemas psicológicos y ansiedad ocasionándole un enorme malestar en
su vida laboral y familiar.
Es curioso que la empresa se tome la libertad de sancionar empleados sin sentencia judicial,
sin presunción de inocencia y tomándose las atribuciones legales que no le competen, pero,
dependiendo siempre, de la afiliación sindical, por esto, no nos cabe duda cual es plan
estratégico de la empresa, desgastar a los que dan la cara y cuentan las verdades mientras los
que les allanan el terreno, disponen de inmunidad e impunidad total.
Desde el 25 de junio, no hemos recibido ni por parte de empresa, ni del comité de empresa, el
cual tiene constancia de los sucesos relatados, ninguna respuesta.
Por eso, si este plan no te divi-ERTE no olvides a quienes te dejaron in-ERTE porque si no los
botas del comité, volverán a vend-ERTE.
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